dimecres, 7 de juliol del 2010

Memòria de Peix


M'apassiono, m'obsessiono, em canso. I trobo una altra passió.
Inacabades. Imperfectes. Imperfecta.
Amagades en un racó de la memòria.

Un dia et pares un moment i et ve un pensament. Recordes unes mans, un somriure, un ofec, aigua, suor, baf...què se n'ha fet de V? Què se n'ha fet de tants altres. De sobte un dia desapareixen. Sense comiats, sense retrets.
Esperant en un racó de la memòria.
Et pots preguntar el per què.
Per què vas deixar a uns.
Per què els altres no van tornar.
Per què els hi vas dir que algun dia ho repetiríeu si sabies que ja te n'havies cansat.
Esgotat.
Esgotada.
Oblidats.
Oblidada.

Memoria de Pez
Me apasiono, me obsesiono, me canso. Y encuentro otra pasión.
Inacabadas. Imperfectas. Imperfecta.
Escondidas en un rincón de la memoria.

Un día te paras un momento y piensas. Recuerdas unas manos, una sonrisa, un ahogo, agua, sudor, vaho...¿qué ha sido de V? que ha sido de tantos otros. De repente un día desaparecen. Sin despedidas, sin reproches.
Esperando en un rincón de la memoria.
Puedes preguntarte por qué.
Por qué dejaste a unos.
Por qué otros no regresaron.
Por qué les dijiste que tenías que repetirlo si sabías que ya te habías cansado.
Agotado.
Agotada.
Olvidados.
Olvidada.




5 comentaris:

òscar ha dit...

La memòria, ni que sigui per cansament, també acaba fent la seva pròpia selecció natural. Que no tot el mèrit se'l han d'endur les espècies!!!

Unknown ha dit...

no tener respuestas a nuestras propias miserias,
buscar creyendo en la búsqueda misma la salud de nuestras necesidades,
o tal vez a ver perdido la oportunidad sin tener la suficiente conciencia de ello,
o quizás hayan sido todas insuficientes a nuestro superlativo comprender y ya no hay victorias en la comparación con lo perdido,
en fin no sé, no sé de mi básicamente.
besos insatisfechos

Morboman ha dit...
L'autor ha eliminat aquest comentari.
Black Jack ha dit...

La memoria nos entrega a su capricho los recuerdos que nunca serán olvido sobre la piel, no ofrece el morboso tacto de su presencia, de su pasión marcada por las caricias vividas o soñadas.

¿Memoria de pez? No. Solo morbosa textura de mujer apasionada.

Nada, nunca, al azar

Anònim ha dit...

la memoria nos engaña
nos arraña la conciencia
nos enseña con nuestro deseo ilimitado
nos enseña otro camino
que no sea hacía atrás
se empeña en perseguirnos
comparando
y nunca encontrando lo que buscamos
ya lo teníamos
o a punto
pero todo es efímero
hasta el placer perfecto
que para el segundero
de tu reloj interior...